miércoles, abril 15, 2009

LA SOMBRA

Retrato del Dr. Hausntein
Christian Schad
1298

Querido y extrañado Otro Vagomas,

Tiempo sin escribirte, ni saber de tus días, hago de tu conocimiento que la búsqueda de la verdad me ha traído a las tierras del viejo continente, un lugar lleno de historias por confirmar y sorpresas impactantes como la de esta postal que te hago llegar.

Hace un par de días luego de degustar suculenta merienda madrileña decidí salir a caminar por el Paseo del Prado. Marcada por el ritmo que tocan los últimos rayos de luz del día mi caminata culminó en la entrada de un gigantesco palacete, en otrora época excelentísimo hogar de la Baronesa Thyseen, en cuyo interior como ya sabrás, reposa una de las colección de arte privada más exquisitas nunca antes atesorada. Adentro, pasillo tras pasillo, cuadro tras cuadro mi mente se iluminaba con tanta maravilla, pasión y creatividad; un verdadero festín para los sentidos hasta que desde lo lejos divisé el retrato del Dr. Haustein, algo en aquel cuadro llamó poderosamente mi atención, y al colocarme estrepitosamente ante él comprobé una vez mas, que nuestras sospechas, esta vez representada en forma de sombra, siempre han sido ciertas.

Si buscas respuestas entre los críticos de arte (incrédulos todos) te dirán que simplemente fue un momento único que captó Schad cuando la luz se proyectó en un ángulo obtuso sobre “algún amigo espectador” creando así una sombra que resultó desproporcionadamente atractiva para el pintor. ¡Obtusos ellos! que no saben que el Dr. Haustein fue un renombrado científico alemán, dermatólogo para ser más preciso, que realizó grandes avances en materia científica durante la segunda guerra y que dicen se quitó la vida cuando se enteró que la Gestapo lo buscaba para detenerle. Cabe preguntarse entonces cuál sería el secreto que guardaban entre las sombras nuestros amigos Schad y el Dr. Hustein que llevo a uno a inmortalizarlo en forma de cuadro y al otro le costo la vida respectivamente.

 

Sabrás de mi muy pronto,

H.   

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Nunca me ha hecho mucha gracia mi nombre pero reconozco que siempre me ha regalado mucha fantasía. Estoy seguro que si me hubiese llamado ...